El sector empresarial en México ha sido sin duda uno de los más afectados en los últimos años, además ha sido ms notorio este último año por consecuencia de la pandemia por covid-19, aunque se las grandes empresas cuentan con recursos suficientes e inversionistas de alto nivel que le permiten mantenerse a flote con daños mínimos, no es el caso de la pequeña y mediana empresa en el país.
En México en lo que va de año las cifras de desempleo por cese de actividades y cierre del sector (PYMES) supera los 800 mil desempleados, cifras que por el contrario de mejorar se esperan superen los 1.2 millones para final de año, en #DICES encontraras noticias sobre economía, política y demás que reflejan la situación actual del país en diferentes sectores. Podemos hablar entonces con respecto a los efectos de este desequilibrio financiero en el país y reflejarlo como una variable más que se ve reflejada en la desaceleración económica que viene afectando al país desde los últimos cinco años.
Son diversas las propuestas para enfrentar esta situación pandemia por el covid-19 que evidentemente a largo plazo representaría un gran deterioro en el sector financiero del país que a su vez fracturaría la economía mexicana. Más de 2.5 millones de empresas amenazan con cerrar antes de finalizar el año debido a la creciente problemática, en su mayoría pertenecientes al sector (PYMES), lo que sumaría más de 8 millones de desempleados a los ya más de 800 mil, esto sin contar las actividades informales que representan más de una tercera parte de la vida económica en México, un declive inminente del PIB mexicano, y que afectaría a toda Latinoamérica, aunque el estado reconoce las fluctuaciones económicas que se inclinaban más a lo negativo no pueden dejar de lado la problemática en que se está tornando la pandemia por covid-19 afectando a gran escala la economía.
Pese que se ha llevado a cabo una reintegración progresiva al sector informal y la reactivación de muchas empresas, la vida económica en México se ha adaptado a la pandemia y no es algo que resulte favorable para la misma. La fuerza económica del país reposa en más de un 50% sobre las grandes empresas privadas y los organismos públicos del estado, mientras el resto reposa sobre los hombros del sector informal y las (PYMES), lo que significa que gran parte de la economía depende de sectores parcial o totalmente desatendidos que en un escenario común no representaría problema alguno, pero en esta crisis pandemia por covid-19, debe fortalecerse la economía desde sus bases más frágiles, generar estrategias y políticas que potencien, la economía informal y la integren de manera funcional, brindar garantías a las pequeñas empresas así como la inversión en el sector inmobiliario, y manufacturero, y de producción agrícola para de esta forma garantizar una mejora real en los próximos dos años que resultaran determinantes.
El gobierno debe abordar principalmente las problemáticas de aquellas empresas que con anterioridad a la pandemia habían reflejado declives notorios en su cadena de ingresos, ya que son las más frágiles en esta situación, formadas en su mayoría por pequeñas empresas que, sin embargo, representarían en conjunto un elevado porcentaje de desempleo de cerrar sus puertas.