https://bloguionistas.com/2012/12/20/como-escribir-una-buena-sinopsis-y-para-que/
Una vez al año imparto un taller de guión de cortometraje en el Master de Guión de la Universidad Pontificia de Salamanca. Tres intensas sesiones en las que los alumnos aportan, respectivamente, una sinopsis, una escaleta y un guión… y yo los machaco sin piedad. Esto es más o menos lo que les explico a mis alumnos sobre las sinopsis.
La sinopsis es una herramienta estupenda para dos personas:
– Al lector, productor o espectador le permite saber de qué va la historia.
– Al propio guionista le sirve para orientar su trabajo en una dirección, y no irse por las ramas al redactar el guión. Uno de los errores más comunes en los jóvenes guionistas es intentar calzar dos o tres películas distintas en un solo guión. La sinopsis les ayuda a evitar eso, y por eso decidí empezar el taller obligándoles a escribir una sinopsis de un guión que aún no habían escrito.
Para eso escribimos sinopsis: para contarnos a nosotros mismos qué tipo de película queremos escribir. Porque es muy, pero que muy frecuente, olvidarnos de lo que queríamos contar cuando estamos a mitad del segundo acto y los caminos se bifurcan y las posibilidades se multiplican, y nos sentimos como un jugador de ajedrez intentando anticipar demasiadas jugadas.
¿Y cómo se escribe una buena sinopsis? Pues como un buen guión: empezando por el principio y ciñéndote a la historia. Simple, pero nada fácil.
Desde mi punto de vista, y salvo excepciones (el cine es arte, y en el arte se tienen herramientas, pero no fórmulas), hay dos maneras de arrancar una sinopsis:
A) Con un párrafo que empiece con el nombre del protagonista y su situación al arrancar la película, seguido de un segundo párrafo donde se presenta el conflicto principal de la historia.
B) Con un breve párrafo que describa el universo en que se desarrolla la acción, y seguidamente un párrafo de tipo A).
La opción B) yo la reservaría para películas de época, fantásticas y, en general, todas aquellas historias que se desarrollen en un entorno muy distinto al “aquí y ahora”.
Norte de África. Durante la Segunda Guerra Mundial. En Casablanca, capital de la Francia Libre, se dan cita refugiados de toda Europa en su búsqueda desesperada de un pasaje para América.
Rick Blaine (40), un norteamericano renegado y solitario, veterano de la lucha antifascista, regenta el café más popular de Casablanca. Una ruleta, el aplaudido piano de Sam y la presencia habitual de autoridades y personalidades hacen de Rick’s el epicentro de la vida nocturna de la ciudad.
Una noche, Rick tiene un encuentro inesperado: Ilsa, la mujer de la que estuvo enamorado años atrás en París, y que desapareció repentinamente de su vida sin dar explicaciones, se presenta por sorpresa en el café. Ahora está casada con uno de los líderes de la resistencia antinazi: alguien a quien Rick admira desde hace años. Los dos necesitan un pasaje para América antes de que los nazis los arresten, y sólo Rick podrá conseguírselo… si es que está dispuesto a separarse por segunda vez de la mujer que amó.
Es sólo un ejemplo. A partir de ahí, la cosa consiste en algo tan simple y tan condenadamente difícil como SINTETIZAR. Ir a la esencia de la historia. Contar sólo los hitos fundamentales para entender la película. Para conseguir esto en tan sólo una o dos páginas, podemos observar las siguientes indicaciones:
– Un buen método para identificar lo esencial es mantener el punto de vista del protagonista. Procurar no escribir demasiadas frases sin su nombre.
– Usar el pasado, el futuro, el condicional o el subjuntivo si es necesario. La sinopsis no es esclava del presente de indicativo. Es pura literatura.
– No es buena idea “hacer zoom” en una determinada escena y contarla como si fuera un guión. A no ser que sea una escena de arranque muy significativa, que siembre un montón de información esencial, y que cumpla el cometido de los párrafos A) + B).
– Olvidemos los diálogos. No hay nada más aburrido que un diálogo largo contado en estilo indirecto.
– La sinopsis no es un mapa. Sólo es una brújula. Si necesitamos un mapa, ya haremos una escaleta.
– No hace falta explicar las causas de todo, si eso nos va a obligar a un farragoso párrafo sin interés dramático. Por ejemplo: en la sinopsis de Casablanca quizá no haga falta explicar cómo le llegan a Rick los salvoconductos. No es esencial: el personaje de Ugarte no vuelve a aparecer. Su muerte es espectacular, y el detalle de los salvoconductos escondidos en el piano tiene su gracia, pero todo ello no influye en acontecimientos posteriores de la trama. Lo único que interesa a la trama es que Rick tiene en su mano la posibilidad de salvar a Ilsa y su marido… o de marcharse él con ella.
– Sí: la sinopsis debe incluir el final. No estamos escribiendo la contraportada del DVD. Estamos trazando un plan de trabajo, y estableciendo el tono de la historia. Si te gusta escribir sin conocer el final, me parece bien. Pero entonces este post no es para ti. Es muy posible que el final no quede brillante ni gracioso en la sinopsis. No importa. Imaginad el final de El Tercer Hombre o Con Faldas y a lo Loco en versión sinopsis: un truño. No pasa nada. Y para demostrarlo, voy a terminar este post aquí, sin chimpún final.